¿Estás teniendo problemas con este tipo de manchas?
En primer lugar, vas a tener que deshacerte de dos cosas: los trozos de tomate en la superficie de la tela y la salsa adherida a las fibras.
Para los restos sólidos de comida, utiliza una cuchara y quítalos cuidadosamente para que la mancha no se extienda. Lo mejor es que la mancha quede “contenida” y no se esparza. Para quitar el exceso de líquido, usa un paño limpio y seco para absorber (no refriegues, porque esto también podría extender la mancha). Seguí pasando el paño suavemente y dando pequeños toquecitos hasta que la mancha vaya desapareciendo: esto va a indicar que estás en el buen camino y que estás quitando la mayor cantidad de exceso de líquido posible.
Como “mancha natural”, la salsa de tomate puede ser tratada con el conocido método del chorro de agua, que consiste en dejar correr agua fría de la canilla directamente sobre la mancha.
Éste es un proceso sencillo, pero necesita efectuarse de modo correcto para que sea efectivo. En lugar de dejar correr el agua sobre la superficie de la mancha, intenta hacerlo dando vuelta la prenda, es decir, del lado del revés, para que el agua caiga sobre el otro lado de la mancha. Esto suele ser mucho más efectivo porque permite que los residuos de comida salgan del mismo modo en el que entraron en contacto con la tela. Es importante también actuar con rapidez: tratar las manchas cuando las fibras están secas es más difícil.
Usa un quitamanchas y realiza un pretratamiento antes de poner tus prendas a lavar.
Luego de la aplicación, deja en remojo para que el producto penetre en las fibras durante unos minutos y después pone la prenda en el lavarropas.
Por último, lava como de costumbre con un jabón de calidad. No te olvides de leer las instrucciones de cuidado de tu prenda y respetarlas al pie de la letra.
Autor: Cleanipedia (2021)
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